¿Sabías que…? El lugar donde se produce el líquido de la eyaculación femenina se conoce como glándula de Skene, también llamada próstata femenina. Esta glándula, esponjosa y capaz de dilatarse, se encuentra dentro de la pared anterior de la vagina, justo en esa área tan sensitiva denominada punto G, y aunque todas las mujeres cuentan con este conocido punto, el tamaño de la glándula de Skene varía mucho, y tal vez esa sea la razón por la que muchas de ellas no tienen la facultad de eyacular.
Mientras el semen de los hombres transporta los espermatozoides para que puedan fecundar el óvulo, y la lubricación vaginal durante los primeros momentos de excitación sexual facilita la penetración del pene, la eyaculación femenina no tiene ninguna función fisiológica, aparte, según dicen, de aumentar el placer de los orgasmos.
Esto es debido a que los músculos de la vagina y el perineo empujan hacia abajo y hacia afuera, haciendo que el cuerpo sea recorrido por sacudidas eléctricas de placer, y dando lugar a un líquido transparente que sale a través de la uretra. La fuerza con la que sale el líquido es variable, así como la cantidad de fluido, pudiendo ir desde unas gotitas hasta medio litro; y el olor y el sabor cambian dependiendo de la alimentación de la mujer y del momento del periodo menstrual en el que se encuentre.
En ocasiones se suele confundir con una incontinencia urinaria, lo que avergüenza a muchas mujeres, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de que hoy en día la idea de que las mujeres pueden eyacular sigue sonando a truco ponográfico o a fantasía, la verdad es que tan sólo es ignorancia y confusión, algo muy extendido alrededor de la sexualidad femenina.
domingo, 9 de marzo de 2008
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