domingo, 11 de noviembre de 2007

Jardines infantiles

En este capítulo vamos a estudiar las características que deben de tener los parques infantiles y de los consejos para su diseño.
Los espacios varían según la edad de los niños; Ganim y Platiman en 1982 recomiendan que los parques estén a menos de 50 metros de las viviendas. Nouvry en 1973 aconseja sin embargo que están a unos 200 m de las viviendas y tener una superficie de 150 – 250m2. Aproximadamente unos 2 – 2.5 m2 por niño.
Los parques infantiles deben estar situados de tal forma que sean visibles desde las casas, estar en lugares soleados, abrigados de los vientos, alejados de las vías de circulación, tener algún tipo de cerramiento para evitar que los niños salgan, bancos para las madres y zonas sombreadas. El pavimento puede ser arena, que debe ser renovada periódicamente, pero no pavimentos abrasivos.
Puede haber una zona con césped, un foso de arena, toboganes y otros tipos de juegos infantiles.
Existen una serie de normativas que rigen las características que deben de presentar estos juegos según la edad de los niños. El foso de arena se rige por la norma NTJ 095.
Para los niños entre 3 y 6 años la superficie puede ser de entre 6 y 12 m2 por niño. El parque debe estar a menos de 150 m de las viviendas y debe de estar formada, 1/3 por tierra batida o encespedada, 1/3 con suelo enarenado para la colocación de los juegos y 1/3 con pavimento firme para permitir el tránsito de bicicletas y patines.
El mejor material para los juegos es la madera ya que da un ambiente más confortable. Si son de plástico, estos deben de ser resistentes a los rayos UVA. El hormigón es frío e impersonal, pero es resistente y lavable y por ello se puede utilizar en forma de módulos, esculturas o bancos.
Los muros de cerramiento deben de tener como mínimo 1.20 m de altura y no ser tupidos, de tal forma que se pueda ver a través.
En los columpios y toboganes debe dejarse al menos 1.5 metros alrededor como distancia de seguridad. El pavimento alrededor de los juegos debe ser no agresivo y que amortigüe los golpes.
Los caminos han de tener un ancho de 1.5 m como mínimo y una pendiente máxima del 1.3 %.
Es aconsejable que estos tramos pendientes no tengan más de 3.6 m de distancia.
Las dimensiones para los parques infantiles van en función de la edad de los niños.
Así, para niños de 6- 14 años la superficie debe de entre 12 – 15 m2 por niño. Estas áreas de juego no deben estar a más de 500 m de las viviendas.
También es posible poner superficies de juego libre de 30*40 en donde los niños puedan jugar a la pelota, correr, etc.
Una novedad son los llamados “Terrenos de aventura”. Estas áreas están preparadas para fomentar la imaginación de los niños a la hora de jugar. En ellas podemos encontrar maderas para hacer casetas, cuerdas, etc.
Gardent-Robert recomienda una superficie de 2 m2 por vivienda y Bengtsson opina que 1500 m2 es suficiente para los niños.
El pavimento debe ser suave y con buen drenaje con el fin de que también pueda ser utilizado en épocas de lluvia. En estos terrenos de aventura cualquier cosa se puede utilizar como material de construcción, aunque hay algunos que son de uso casi indispensables como por ejemplo las cajas de madera, trozos de madera, neumáticos viejos, ladrillos, cajas de cartón, trozos de cuerda, pintura, clavos, herramientas, etc. Eso sí, es conveniente no poner grandes cantidades de material al alcance de los niños ya que esto dispersaría sus actividades y las instalaciones dejarían de ser rentables.
Es imprescindible la persona del “jefe de juegos”, que se encargará del orden en las instalaciones, el control del material, proporcionando a los niños el material que necesite en cada momento. Deberá ayudar, pero nunca dirigir el juego.
Teniendo en cuenta los materiales que poseen los terrenos de aventura, así como del uso que se va a hacer de los mismos es normal que en área de juego halla desorden. No debemos olvidar que la finalidad de estos terrenos de aventuras es la de construir para destruir y volver a construir, consiguiendo así un desarrollo de la creatividad de los niños. Para que este desorden no salga al exterior es necesario un cerramiento del área de juegos. El cerramiento no sólo ofrece protección a los niños y aislamiento al recinto, sino que además es una barrera para el control, mantenimiento y establecimiento de horarios.
Ya para los adolescentes de entre 14 y 18 años, la superficie de juegos ha de ser de 30*60 de terreno enarenado o un pavimento adecuado para jugar al baloncesto, o de 40*80 para jugar al fútbol, balonmano, encespedado o bien de pavimento estabilizado.
Definimos el parque de juegos como el lugar en el que tenemos unos elementos que van a satisfacer las necesidades de ocio de los jóvenes de una determinada comunidad. Principalmente, estas instalaciones se utilizan durante el fin de semana.
Según el modelo de parque sueco Lerpark (Noblin), se recomienda una superficie de 18500 m2 , 11.5 m2 por vivienda, para unas 1600 viviendas. Unos 5000 o 6000 habitantes. Esta superficie permite unos 200 niños al mismo tiempo, el 10% de todos los usuarios.
Las instalaciones con las que cuenta este parque son:
Un campo de fútbol de unos 1000 m2 con gravilla o arena fina.
Una pradera de 3000 m2 para juegos libres.
Unos 1000 m2 para aparatos fijos en un pavimento de asfalto o gravilla.
Juegos infantiles en los que el agua sea la protagonista. Unos 250 m2
Juegos con arena, también unos 250 m2
Unos 150 m2 para juegos en los que halla que trepar o saltar. El pavimento será de asfalto o gravilla.
Un jardín de 400 m2 para niños pequeños, en el que se incluirá un foso de arena, cahpoteadores, etc.
Area de columpios (toboganes, areneros, tiovivos, columpios), unos 250 m2
Areas asfaltadas para juegos en grupo. 2 de 80 m2 y una de 250 m2.
Un local para juegos cubierto.
350 m2 para enseñar jardinería y floricultura.
Terreno natural de 9250 m2 con rocas, praderas, árboles. En definitiva, zonas verdes.
Una propuesta más sencilla es tener una superficie de 16000 m2, unos 10 m2 por vivienda.

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