avier 'Tuky' Bulfoni se convirtió en el héroe del partido, la auténtica estrella del Grupo Begar León, al certificar con sus 27 puntos la tercera victoria de los de Gustavo Aranzana que, tras su angustioso triunfo por 65-64 ante un rival directo como el Alta Gestión Fuenlabrada, respiran y ven con mayor optimismo el futuro.
El alero, uno de los artífices de la vuelta de los leoneses a la ACB, se está convirtiendo por derecho propio en su referencia y con su robo de balón final impidió al Fuenlabrada que volteara el encuentro de las necesidades. Con sencillez en su juego, pero con solvencia el Alta Gestión Fuenlabrada puso un 0-8 inicial, después de un comienzo local marcado por las imprecisiones con lanzamientos precipitados y pérdidas absurdas de balón, que supo aprovechar en la mayoría de las ocasiones un efectivo Salva Guardia.
De esta manera, León tardó casi cuatro minutos en anotar su primera canasta, por medio del habitual mejor encestador, el italo-argentino, Bulfoni, que no impidió que los madrileños lograran poco después su mejor renta, 2-11. Sin embargo, el equipo de Luis Casimiro pareció contagiarse del desconcierto leonés y no supo aprovechar convenientemente la nula claridad de ideas local en ataque, que vivía sin control en su juego, fruto exclusivamente de las individualidades que aguantaban como podían la desventaja, situada entre los seis y ocho puntos.
Las luces ofensivas en ambos equipos se apagaron durante cuatro minutos lo que se tradujo en un pobre 11-14 después del primer acto, que dio paso a un segundo, en el que "Tuky" Bulfoni siguió a lo suyo, martilleando el aro rival y manteniendo a flote, casi en exclusiva, al equipo de Gustavo Aranzana. De esta manera las diferencias se encogieron al mínimo, 16-17, aunque la eficacia en canastas fáciles de Tom Wideman permitió de nuevo ampliar la renta a los de Casimiro que perdieron la disciplina en los instantes finales permitiendo los triples de Carles Marco para dejar todo abierto 29-32 al descanso.
De los vestuario salieron más "enchufados" los locales, con un Carles Marco, dirigiendo con acierto, pero sobre todo, secundando a Bulfoni desde el perímetro lo que permitió la escapada leonesa, 45-36, poco antes de que el alero italo-argentino tuviera que ser reservado por la tercera falta, cuando instantes antes, el gigante PJ Ramos se había quedado al borde de la eliminación. Su equipo no se resintió por esta ausencia intimidatoria para el rival y desde la línea de 6,25 encauzó la situación para dejar todo abierto de cara al último cuarto que se convirtió en un cara a cruz.
León solo encontraba a su estrella y Fuenlabrada se mantenía a flote con la inspiración de Jorge García, muy solo de apoyos en un equipo que quizá había desaprovechado mucho antes la posibilidad de hurgar en la herida de un rival directo. Los últimos tres minutos estuvieron plagados de desaciertos, con León malgastando acciones que le podían haber hecho respirar tranquilo y los madrileños sin ideas para romper la buena defensa de un rival al que se colocaron a tan solo un punto, con los tiros libres de Tomas a falta de 30 segundos.
Aranzana diseñó el último ataque para Bulfoni, éste falló el triple, el palmeo de Thompson se salió literalmente de dentro y Fuenlabrada vio la ocasión con siete segundos para atacar, pero no contaban con el día mágico del italo-argentino, que se recorrió la pista para robar el balón definitivo y lanzarlo con júbilo al aire.
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