Introducción:
En tiempos romanos había vías arboladas en las ciudades a las que se llamaban “gestaciones”. Las vías normales no tenían árboles y se llamaban “ambulations”. En estos tiempos el árbol más utilizado fue el cupressus sempervirens.
En el siglo XVII vuelven a ponerse en auge, pero fue realmente a finales del siglo XVIII cuando Napoleón impulsó la construcción de vías arboladas.
Funciones:
Las vías alineadas tienen como funciones principales:
1. – Estética: Dan sombra, crean unión entre la ciudad y la naturaleza, alivian la dureza y la visión poco estética del hormigón. Reducen y dulcifican las construcciones arquitectónicas
En alineaciones largas conviene diversificar las plantaciones. Estas deben de estar relacionadas con las plantas del paisaje natural, llegando incluso a utilizarse estas.
2. – Sanitaria: Purifican la atmósfera, fijan CO2, fijan el polvo en suspensión y las bacterias a las hojas, limpiando así el aire.
4. – Seguridad: Pueden prevenir el choque contra edificios, protegen al peatón, a los usuarios de la acera. Pero como inconveniente tienen que restan visibilidad en las intersecciones. Este problema se solventa aumentando la separación entre árboles a medida que nos acercamos a la intersección.
Ventajas e inconvenientes:
Como inconvenientes las vías arboladas tienen que evitan que se seque la calzada en época de lluvias, las raíces pueden causar daños en la calzada, aceras e incluso en la estructura de las edificaciones, las ramas pueden llegar a las casas si los árboles no están lo suficientemente alejados de los edificios, las hojas se acumulas en la calzada. Como ventajas tenemos que las raíces estabilizan el suelo en terrenos terraplenados o taludes y si el terreno es muy húmedo ayudan a eliminar agua.
Tipos de vías:
Las carreteras muy largas y rectas son monótonas y por ello las alineaciones se usan para disminuir esta monotonía. Para mejorar este efecto se usan técnicas como la de usar diferentes especies, hacer agrupaciones, plantar un trecho a un lado y otro a otro lado de la carretera. Las vías arboladas sirven también para ocultar la carretera a la vista exterior, sirven de protección, etc. En las vías de montaña las funciones son menos importantes y por lo general para estabilizar el terreno.
En las vías urbanas podemos encontrarnos con multitud de combinaciones.
Requisitos de los árboles en alineación:
1. Vigor proporcional al espacio disponible.
2. Silueta regular con armazón equilibrado.
3. Resistencia a la polución ambiental casera y de los vehículos.
4. Buena cicatrización de las heridas de poda.
5. Buena resistencia a la sequía y a las enfermedades.
6. Poco exigente en suelos.
7. Madera no quebradiza.
8. Raíces no agresivas.
9. Hojas secas no resbaladizas.
10. Frutos que no manchen y que no sean peligrosos.
Un factor importante a tener en cuenta es el de la distancia, distancia entre árboles, entre el árbol y la fachada de los edificios.
Entre el árbol y la fachada de los edificios deben haber como mínimo 5 metros para árboles de pequeño y mediano porte y deben someterse a un recorte cada dos años.
Si el árbol es de gran porte esta distancia es la mitad de la altura que alcanza el árbol en su madurez.
La distancia entre el árbol y la calzada no debe ser inferior a 1.50 metros para evitar colisiones.
En vías peatonales la altura entre la parte baja de la copa y el suelo ha de estar entre 2.5 y 3 metros de altura. Y en las vías de tráfico rodado de 4 a 6 metros.
La distancia entre árboles depende, como es lógico de cada especie. De este modo y según Leroy (1953) tenemos:
Para árboles de:
20 metros de altura: 12 metros entre árboles.
16 metros de altura: 10 metros entre árboles.
12 metros de altura: 8 metros entre árboles.
8 metros de altura: 6 metros entre árboles.
6 metros de altura: 4 metros entre árboles.
Algunas especies de interesante uso en vías arboladas son:
Acer platanoides.
Acer pseudoplatanus.
Aesculus hippocastanum. (Castaño de Indias)
Fraxinus exelsus. (Fresno)
Platanus acerifolia.
Robinoia pseudocacia.
Robinia pseudomopophyla.
Sorgus intemedia.
Tilia euchora.
Ligustrum.
Jacaranda mimosifolia.
Bahuinia variegata.
Delonix regia.
Lagunaria patersonii.
Grevillea robusta.
Ficus microcarpa.
Tipuana tipu.
Cupressus sempervirens
Un peligro que suponen los árboles es la posible caída de ramas. Para evitar esto existen diferntes técnicas:
1. Cableado: consiste en insertar, en el tronco o en las ramas, unos tornillos especiales con un ojal por el que se pasa un cable el cual se ata a otra rama. Los cables utilizados son de acero galvanizado de 5-9 mm de diámetro. Los tornillos son de acero de 6, 9 o 12 mm de diámetro y 75, 100 o 125 mm de largo. Los pasadores, también de acero, van a ser ligeramente superiores al diámetro de la rama sobresaliendo de 2.5 a 5 cm. El diámetro de estos pasadores es de 12 mm.
2. Guardacabos: Se colocan entre el cable y el ojal. Para fijar el cable se utilizan presillas de igual diámetro que el cable y se colocan separadas 70-75 mm entre sí. Si tenemos unas ramas en horquilla se colocará un cable a 2/3 de la altura entre el principio de la horquilla y el final de la rama. Si la rama es horizontal el cable debe ponerse en la parte más alta posible y formar un ángulo de más de 45º con esta rama.
martes, 20 de noviembre de 2007
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